Un día, mientras veía la televisión, apareció en la pantalla un niño sucio llorando entre los escombros. Ese niño había perdido su hogar, no tenía comida y solo lloraba. Al ver esa escena, un bebé de repente extendió el pan que tenía en la mano hacia el niño.
El bebé no entendía por qué el niño estaba llorando, pero simplemente ofreció el pan que tenía. Para el bebé, el pan era algo para comer, pero al ver al niño llorando, sintió un deseo puro de ayudar y ofreció el pan.
Lo que el bebé estaba ofreciendo no era solo pan. Era un símbolo de bondad y compasión. El bebé tenía el deseo de ayudar a los demás con lo que tenía. Esta acción nos transmite un mensaje importante.
Nosotros también podemos mostrar bondad y ayudar a los demás con un corazón puro como el del bebé. Cuando vemos a alguien necesitado, es importante pensar en lo que podemos hacer y actuar. El pan ofrecido por la pequeña mano del bebé nos enseña la importancia de la bondad y la compasión.